martes, mayo 23, 2006

Resident III

Día 3 de noviembre, de nuevo, hoy está siendo un día muy largo…

Bueno, por fin tengo un momento medio tranquilo para seguir escribiendo. Quiero dejar constancia de lo que ocurre, aunque solo sea para que luego me encierren en un manicomio. Ni en las peores películas se puede describir el estado de nervios en el que me encuentro ahora, esto es como una pesadilla….

Al final decidí que lo de robar el coche era una buena idea, para algo me he pasado dos años encerrada en esa mierda de taller, y al final me va a resultar útil. Jo, eso me hace recordar el estado lamentable en el que estará mi moto, y a saber que habrá pasado con ella. Tenía la idea de ir a ver en el lugar donde tuvimos el accidente pero las cosas se han torcido, y mucho. Elegí el mejor coche que encontré, un Mustang Shelbi negro, precioso, de alguno de los vecinos del idiota de mi amigo. Aún sigo pensando donde se habrán metido. No pueden haber desaparecido así que seguramente se pirasen sin mí. Lástima que tuviera que conducirlo en semejantes condiciones, si no, vamos, no lo volvían a ver, ni al coche ni a mi.

Conseguí hacerle un puente perfecto, intentando estropear lo menos posible semejante maravilla. Mientras me dirigía al Hospital vi, la imagen más grotesca que podía imaginar. Creo que aún peor que todo lo demás. Me encontré de lleno con Obi, otro compañero del instituto. Este tío es absolutamente grimoso. No se como se puede parir algo tan feo y extraño. Como lo describiría, es extremadamente feo, con el pelo a lo afro, y un fracasado absoluto. Creo que trabajaba en un Blockbuster aunque, para variar en esta puta ciudad, le echaron cuando Umbrella metió la nariz. Y no contento con eso, le veo, en medio de la calle, con unos ajos colgados del cuello, una estaca en la mano y pegando berridos de no sequé del Apocalipsis y la invasión de los vampiros o algo así. Siempre fue aficionado a las pelis raras, alo mejor se le ha ido la pinza ya completamente. Aun así, yo creo que de la impresión de ver semejante espectáculo, entre la risa y el susto, frené aunque vi tarde que tenía una escopeta. ¿Qué coño hacía con una mierda de esas??? Que peligro puede tener con eso. Por qué le habrá dado a todo el mundo por ir armado, aunque si alguien se me pone tonto yo no me separo de mi llave inglesa.

Le vi tan absolutamente despistado que le monté en el coche, pensando que alo mejor al llegar al hospital podrían cogerle en psiquiatría o algo y en varios momentos me arrepentí de llevarle en el coche de la cantidad de subnormalidades que pudo llegar a decir, vamos, para él, casi íbamos a ser devorados por un monstruo mutante de seis ojos a la vuelta de la esquina. Lástima que tuviese más razón de la que ninguno de los dos seguramenente creía.

De nuevo frenazo, un hombre mayor (que extrañamente me recuerda a un búho), con bastón y una horrible pinta de pedante, se dirigía lentamente por la calle. Lo que no me esperaba fue que Obi sacase la escopeta y apuntase al viejo. Comenzó a gritar como poseído diciendo que le diese pruebas de que no era un enviado del infierno y que recitase partes de la Biblia. El pobre hombre, con una de las mayores caras de susto que he visto nunca lo hizo como pudo, y pareció calmarse la cosa. Entre el bochorno que pasé y que dijo ir hacia el hospital, decidí montarle también en el coche. Esto parecía un puto anuncio, a este paso fundo una ONG de bichos raros.

El hombre ha resultado ser un ex profesor de la Universidad de Racoon City, también cabreado con la Corporación de los huevos. Yo me estaba empezando a poner nerviosa, por que ahora tenía dos moscones hablando de chorradas y picados entre sí. Tenía unas ganas locas de llegar ya al hospital para ver si estaba mi madre, pero no. ¿Cómo es posible que sea tan difícil cruzar esta puta ciudad??? Había un autobús cruzado en mitad de la calle!! Y el coche no cabía ni de coña.

Nos tocó bajarnos y ahí es cuando la cosa se puso chinga. No había nadie aparentemente en el bus así que lo rodee para ver detrás si había algún accidente o alguien. Pero nada. Entonces escuchamos un estruendo dentro del autobús, y fue cuando nos dimos cuenta de que el viejo no estaba con nosotros. Giré hacia una de las puertas y al entrar vi como un hombre sin la mitad del cuerpo se arrastraba hacia el viejo. No soy una experta en medicina pero yo diría que es un poco imposible que una persona sobreviva en las condiciones en las que estaba. Volví a sentir arcadas, como demasiadas veces últimamente, y entonces esa persona, que no se como no se estaba retorciendo de dolor nos vio y el viejo había desaparecido por otra puerta. Es increíble la velocidad que cogen las personas mayores cuando quieren. Realmente no se en que pensaba en ese momento pero busque el martillo ese de romper las ventanas de seguridad, y a pesar de que habría sido algo totalmente inútil, xa variar algún hijo de puta lo había robado, así que salí por patas de allí. Yo creo k en ese momento mi cara de susto se estandarizó.

La cosa esa seguía reptando e intentó salir por la puerta al igual que nosotros. Me dio tanto miedo que no se por que empecé a darle golpes con mi adorada llave inglesa, que nunca pensé usar para atizar a un medio-hombre. Fue horrible, y encima entre que fallaba del susto y que el cabrón no se moría me dio tiempo a ver ese horrible gesto que tenía, y su desfiguración. Era asqueroso y su cara transmitía una especie de desesperación, como de hambre de algo que daba escalofríos. ¿qué serán esas cosas?

Mierda, he oído de nuevo el ruido ese golpeando la puerta, voy a ayudar a los demás...espero poder seguir escribiendo mas tarde, o al menos estar viva.