jueves, mayo 25, 2006

Resident IV

Sigo en el mismo día:


Aun estoy viva, supongo que nadie se cuestiona su supervivencia hasta que está en situaciones límite, y el ataque de esas mierdas es una situación límite. No se que cojones son, ni que coño pasa, pero esto es demasiado raro, creo que incluso para Obi.

Pero seguiré por donde me he quedado, si no no creo que si alguien llega a leer esto alguna vez pueda ser consciente del horror en el que se ha convertido esta zona, y esperemos que solo sea aquí. Creo que me quedé en la medio-persona del autobús. En ese momento estaba sorprendida por que alguien pusiese vivir sin medio cuerpo, y lo pase realmente mal después pensando que había matado a una persona. Es una sensación extraña, el pensar que esa cosa estaba intentando, ¿cogerme? O lo que fuese, con esa cara tan horrible, y que fuese capaz de atizarle en la cabeza hasta que dejo de moverse. Aun tengo pegado el olor de esas cosas en la ropa, y la sensación de haber sido capaz de abrirle la cabeza a alguien (o algo) y ver como se deslizaba lentamente esa sustancia viscosa que había dentro. Tampoco creo que tuviese un color muy normal, pero el olor era tan asqueroso que no me di mucha cuenta, y creo recordar que vomite de nuevo, pero ese ya es un sabor permanente en mi boca últimamente. Lo que me hace recordar con nostalgia mi cepillo de dientes. Si lo llego a saber anda que no me habría cogido cosas antes de salir de casa.

No podíamos continuar con el coche, pero necesitaba encontrar a mi madre, y aun lo necesito, así que decidimos tirar por otra calle, aunque fuese a pata. Entonces es cuando me dí cuenta de que se oían unos ruidos que me recordaban al día anterior, cuando la policía luchaba contra la manifestación. ¿Seguirían aun ahí? Al girar la esquina, lo que vimos fue, como describirlo… ¿espectacular?, un montón de gente parecida al medio-hombre, avanzaban por la calle, mientras algunos policías les disparan, y ellos seguían avanzando…sin inmutarse, solo alguna vez caía alguno…los había mutilados, o que les faltaban partes de la cara. Incluso había uno con un ojo colgando, al verle, ya no podía apartar la vista del movimiento que producía al caminar de aquella manera. Que cosa tan terrorífica y a la vez tan morbosa. Pero bueno, eso casi ni nos sorprendió. Lo que si fue extraño es lo que vino después. Comenzamos a escuchar un estruendo enorme, lo que despistó mucho a los policías peor no a los “manifestantes” por llamarles de alguna forma. Entonces fue cuando aparecieron ellos, como sacados de una película de Steven Seagal o Van Damm, unas fuerzas de seguridad de Umbrella (o eso ponía en sus uniformes) apareció de la nada, incluyendo helicópteros y todo. Así todo como muy peliculero y se unieron a los disparos contra la multitud que cada vez estaba más cerca. Nosotros permanecimos detrás de todos ellos estupefactos ante la cantidad de violencia que estábamos presenciando.

Mientras observábamos aquél espectáculo tan extraño, por una de las calles que cruzaban apareció un hombre vestido de tejano, con una escopeta pegando tiros a lo loco contra esos bichos mientras gritaba a saber qué. Pero ninguno de los “grupos” podía frenar el avance de esas cosas, y fue cuando todo se volvió aún más surrealista si sabe. Cuando el tejano llego casi a nuestra altura, puso una cara de susto horrible y salió corriendo hacia el lado contrario, y nosotros con el. Los de Umbrella estaban haciendo algo pero al correr no podía ver el que, y entonces se escucho un horrible estruendo. Un casco agujereado de uno de los policías salió volando por delante nuestro, además de un montón algo que aunque esperase que no, parecía ropa y carne quemada. Esos capullos de Umbrella habían lanzado algún tipo de explosivo contra la masa de gente!! Y contra la policía!!!!! Habían saltado todos por los aires, y teníamos los restos pegados al cuerpo. Un olor más penetrante aún empezó a invadirlo todo y se empezó a formar una especie de nube de humo, aunque puede alcanzar a ver al tejano coger el casco del policía y colocárselo en la cabeza. En ese momento me entro una risa histérica al pesar que parecía llevar un colador de pasta en lugar de un casco.

Cuando recuperamos el aliento supimos que era un Ranger de Texas llamado Sirron Kcuhc, y que estaba convencido de que era una conspiración de contrabandistas colombianos, aunque después de haber visto a esas cosas, ya empezaba a dudar algo de ello. Dijo que venía del hospital y que allí era un caos, aunque sin gente. Que no había vito ni a una simple enfermera, pero como no sabía donde ir, nos acompañaría para intentar descubrir si verdaderamente eran contrabandistas, terroristas o algo por el estilo. Lo dudo…

Nos metimos por una calle que parecía tranquila y cuando vimos un supermercado vacío, aunque con las puertas abiertas, entramos. No creo que fuese una buena idea, pero necesitábamos alejarnos de aquella movida, y no se nos ocurrió ningún sitio mejor. Dios, como me arrepiento de ello. Ahora estamos aquí dentro, encerrados, puedo sentir esas cosas fuera, y no sabemos como salir. Hay algo dando golpes desde hace un rato en la puerta trasera, y no tardarán mucho en encontrarnos, aunque consiguiésemos cerrar la puerta. Me cago en la puta!! Esto es peor que una pesadilla! Y he tenido una escopeta entre las manos, que seguramente me tocara utilizar dentro de poco, y espero que sea contra esas cosas.

Hemos mirado por el Wal-Mart y hemos cogido algunas cosas, pero no hay mucho que pueda resultar útil, nos hemos metido justo en uno de los pocos que no tienen armas ni alcohol, aunque sí un botiquín y cosas de deporte, aparte de algo de comida. No se como he podido comer algo en semejante estado, pero quien sabe cuando será la próxima vez que lo tenga a huevo, y mas aún, que pueda comer cantidades ingentes de bollos y sin pagar. Que les jodan, ellos timan a todo el mundo, pues me la sopla, y seguro que también tienen tratos con la “farmacéutica” de mierda por que está llena de sus productos. No se ve más que el paraguas por todas partes. Lo odio. Pero supongo que ya da igual, y estoy desquiciada. No se puede pensar con esos golpes sonando todo el rato. Algo está lanzándose una y otra vez contra la puerta, queriendo entrar. No hay luz, más que la de unas linternas que nos ha costado encontrar, y el viejo está haciendo a saber qué con una sierra mecánica que ha encontrado.

Creo que van a abrir la puerta, por que ya no soportamos más, o no se, pero me pienso llevar a muchas de esas cosas por delante…