miércoles, junio 07, 2006

Resident IX

Mierda!!!! Joder, ya no se ni que hacer, esta todo perdido, estamos muertos. Terminaremos todos como mi madre. ¿por qué coño estará pasando esto? Lo malo es que ya estoy segura de que no es solo una pesadilla. No debí haber subido nunca. No quería saberlo, aunque lo necesitaba....

El tejano subió conmigo, y eso posiblemente me salvó la vida, pero no se si es algo que realmente puedo apreciar. El hospital estaba hecho un asco, no había ni un alma, al menos viva, ni ruidos, ni luz. Es como si alguien estuviese gastando una broma, pero ¿donde coño podrían meter toda la gente que había aquí antes? Y lo peor, seguirá alguno vivo? Parece que algo ha estado peleándose por aquí, pero sigue tendiendo ese aspecto espantosamente aséptico.

Llegamos a la 5º planta, y un escalofrío recorrió mi espina dorsal, mientras el miedo mas absoluto me dominaba. No había luz, y no sabíamos que podía haber en ese pasillo. Las plantas del centro dibujan un cuadrado con su pasillo, con salas tanto por dentro como por fuera. Lo primero que hice fue buscar algo que pudiese arrojar, encontré un bote de alguna droga de mierda esas que les chutan aquí en un carrito que habían dejado en medio del descansillo y lo lancé hacia la oscuridad. Sonó un clona que pareció el sonido de una explosión en semejante silencio. Al menos, si había alguna de esas cosas, se entretendrían buscando el origen del ruido. ¿Verán esas cosas en la oscuridad? Realmente ni lo se ni me importa ahora, pero en ese momento sí.

Cuando mis ojos comenzaron a acostumbrarse a semejante oscuridad me di cuenta de que no era tan absoluta, sino que por el pasillo izquierdo, el contrario por el que había tirado la cosa esa, había un ligero resplandor, que seguramente vendría de las celdas de los zumbados. Escuchamos un ruido, por el lado contrario, y sin pensarlo, me dirigí hacia la luz, y al tejano no le quedó mas remedio que seguirme. Cada hora que pasa me cae mejor, parece que llevemos años juntos.

Eché un vistazo en el puesto de enfermeras, pero entre que no se veía nada y que estaba medio histérica solo intenté descubrir si había alguien. Todo seguía en calma, así que empecé a echar un vistazo en las mirillas de las celdas. No se veía nada, y estaban insonorizadas, pero podía sentirlos allí, eran cosas de esas. ¿Qué leches hacían encerrados allí? Sentía como habían notado mi presencia, y se revolvían en sus celdas cuando me acercaba a alguna de ellas. Menos mal que estaban allí dentro y no podían salir, si no, no habríamos salido de allí seguro.

Una sensación horrible comenzó a apoderarse de mí según me acercaba a la única que parecía iluminada, dudé un instante en si seguir o no, pero algo me hizo avanzar. Me puse delante de la puerta, y tuve que ponerme de puntillas para poder asomarme. Dios, no puedo parar de llorar mientras escribo. Lo que vi no lo habría imaginado ni en mis peores pesadillas. Allí estaba mi madre, aunque creo que supe que algo así pasaría desde el momento en que entré en este piso. Era una de esas cosas, pero estaba atada a una camilla de fuerza, de las que usase para los locos violentos. Estaba quieta, mirándome pero sin reconocerme, solo se veía hambre en sus ojos, ganas de que yo muriese, un ansia por exterminar cualquier cosa que respirase. Estaba algo deformada y pálida, pero seguía siendo ella, y alguien debía haberle hecho eso. Incluso le habían puesto alguna sustancia a través de unos tubos que se clavaban en su piel acartonada con unas agujas.

Ahí comenzó la histeria, no podía creer que ella fuese una de esas cosas, y comencé a llorar. No pude gritar por que solo salía un quejido de mi garganta, me estaba ahogando y solo tenía una idea en mente, sacarla de allí. Intenté abrir la puerta de la celda, pero el tejano me lo impidió y consiguió tirarme al suelo para intentar que me calmase. Entonces el lloro se hizo más ahogante, más desagradable aún. No podía respirar, no podía pensar, solo sabía que mi vida se había ido a la mierda, que nunca podría recuperarla, ni a mi madre, aunque una parte de mí seguía resistiéndome a creerlo. Es todo tan surrealista...No se si por ahogamiento, o por qué creo que perdí la conciencia, o simplemente estaba en un plano distinto de la realidad intentando asimilar lo que había visto, aunque creo que eso es imposible.

De repente me di cuenta de que estaba de nuevo en el rellano, y esta vez el resto estaban subiendo por las escaleras, traían todos unas caras horribles, y me miraban de forma extraña. Yo seguía echa una bola en una esquina llorando, pero aun así me di cuenta de que cuchicheaban sobre mí. Le estaban contando algo al tejano, y no dejaban de mirarme. Al principio me molestó que hablasen de mi madre y de lo que le había ocurrido, pero después me di cuenta que no debía ser lo único de lo que estaban hablando. Me cabree de verdad, contra ellos, contra el mundo, pero realmente no podía hacer nada, estaba frustrada. Que les den a todos, son unos hijos de puta, aunque les necesito si quiero sobrevivir.

Mientras esos idiotas estaban hablando, aparecieron 2 cosas de esas por detrás en las escaleras. No se si había mas por que son las únicas que vi, se armó un revuelo de la ostia. Yo agarré mi llave inglesa, que aun llevaba enganchada del cinturón y fui acercándome donde ellos estaban. Sirrón comenzó a pegarles, mientras los otros hacían lo mismo con unas muletas que debían haber encontrado por ahí. Reconozco que con una llave inglesa es un poco ridículo, pero necesitaba sacar muchísima rabia, y me lié a darle golpes en la cabeza a uno de ellos. Antes debió ser una doctora, y no demasiado fea y el otro tenía pinta de enfermero o a saber qué. El tipo terminó cayendo por las escaleras y cuando Sirrón intentó lanzarla a ella también se desvió, y aunque la dio, ella agarró su pierna y le mordió con un ansia que daba escalofríos. No le importaban los golpes que recibiese, tenía su presa.

Al final entre sus golpes y los míos conseguimos abrirle la cabeza y soltar su pierna, que tenía un aspecto horrible. Lo único bueno era que habíamos descubierto que las muletas eran un elemento muy útil. La cara de susto de todos, y especialmente del viejo cuando vino a mirarle la herida, quería decir que algo les asustaba más que una simple cojera, y que estaba relacionado conmigo. Será esa la infección de la que hablaban en la tele hace, joder, solo 3 días? Espero que no, por que si no la he cagado, y por mucho que intenten ocultármelo, terminare por saberlo, o por ser una de esas cosas....no, no es posible, ni pienso pensar en ello más. Después de registrar los...mmm cadáveres de esas cosas, por llamarlos de alguna manera, subimos a la 7º planta, a buscar algo que no quisieron decirme. Y aquí estoy, en un despacho que parece abandonado a la carrera, y no hace mucho, entre papeles recién destruidos, y pensando como leches voy a conseguir salir de aquí. Intento bloquear el recuerdo de mi madre, pero es recurrente. Menos mal que al menos el tejano me hace algo de caso. Vamos a salir a investigar por el pasillo de esta planta, por que ya me da todo igual, y no me importa si una de esas cosas acaba conmigo....